En la mayoría de los países, incluido España, la caza está controlada por leyes y limitada para impedir la total desaparición de las especies de animales salvajes; pero no siempre los cazadores son respetuosos con los límites que marca la ley, y ponen en grave peligro el ya de por sí frágil equilibrio ecológico, matando hembras preñadas, especies protegidas, crías y machos dominantes.
Por si todo esto fuera poco, no sólo en España, sino en toda Europa los lobbies de cazadores reciben ayudas y subvenciones del gobierno que, una vez más, pagamos nosotros con nuestros impuestos y los animales con su vida.
La caza no es respetuosa con la vida. No te dejes engañar, la caza no es un deporte.
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